Los bomberos penetraron en la habitación donde la joven escuchaba música tranquilamente. Pese a la múltiples quejas y berrinches de esta, la llevaron hacia la cocina, tal cual les había dicho la alemana.
-Para, tranquilizate. No te das cuenta que ya fue?-Dijo Sandy observando a su hermana menor.
-Ya fue que? No, no!-Se quejó Dagna.
-Es una forma de decir.-Se excusó la joven, aunque asumía que el viaje estaría cancelado.
-Por favor Peter y Gaspard, pueden retirarse, y llévense a los bomberos, muchas gracias.-Dijo la alemana.
Dicho esto los hombres obedecieron a la perfección y se retiraron del lugar. En la habitación solo quedaron Sandy y Samantha, a quien le dedicó una mirada.
-Con usted quiero hablar señorita.-Comenzó.-Lo que hacer arriba ser horrible, espantoso... una pesadilla! Yo no aguantar más en esta casa de locos, cuando vuelva el señor Paula yo volver a Alemania y... y...
A continuación la mujer hizo un gesto de malestar como si tuviese falta de aire, mientras intentaba hablar, pero las palabras no salían de su boca.
-Dagna!-Dijeron al mismo tiempo.
Pero no lograron atraparla y la mujer cayó desmayada, Sandy le dedicó una mirada asesina a su hermana.
Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...
La banda sonaba mejor que antes, sin dudas, pero Caitlin corría en el escenario de un lado para el otro, bailando y haciendo cosas extrañas.
-Hey calmate, vas a romper todo.-Dijo la joven de cabello oscuro una vez que el ensayo fue interrumpido.
-Perdón, no fue intencionalmente.-Se justificó Cait.
-Hagamos una cosa, mejor sal afuera a tomar un poco de aire, para dar una vuelta nada más.-Dijo Ron.
La joven se fue algo enojada del lugar.
-No es nada!-Agregó él.-Por qué tanta mala onda? Si no hizo nada.
-Es hiperactiva, casi rompe todo.-Contestó la joven rubia.-Se enredó en los cables de los equipos!
-Caitlin es muy torpe, y es así en el escenario... con que cara miramos al empresario?-Agregó la otra.
Caitlin aún seguía allí, y escuchó aquello, por lo que decidió irse de una vez.
Mientras tanto en la residencia McCartney...
-Dagna reaccioná por favor... Dagna!-Decía Sandy mientras intentaban sentarla inconsciente en una silla.
-Se habrá muerto?-Preguntó Samantha exagerando.
-No digas estupideces, intentá que no se caiga mientras llamo a un médico.
-Qué? No!-Dijo la joven.
-Por qué?
-Si Paul se entera que a Dagna le agarró un ataque por mi culpa me cuelga en la plaza principal!
-Y entonces que hacemos? La enterramos viva en el sótano?
-No te hagas la chistosa y ayudame a pensar algo.-Se quejó la otra.
-Qué le pasó a Dagna?-Preguntó atónita Beatrice entrando en la habitación.
-La mataron?-Inquirió Willy que venía tras ella.
-Basta, cállense. Solo está desmayada.-Dijo Sandy nerviosa.
-Bueno, pará. Este.. como se llama? Peter quiere saber si vamos a ir al campo.-Anunció Beatrice.-Y yo solo quería preguntarle a Dagna.
Sandy no dijo una palabra y salió de la habitación, en busca del conductor del auto familiar, Peter.
-Se suspendió el viaje al campo y Dagna te dio el día libre.-Dijo esta cuando lo encontró.
El joven solo se quedó observándola.
-Qué me miras así?
-Me parece raro que Dagna me haya dado el día libre.-Sospechó él.-Tengo que hablar con ella, sino no puedo.
-No! Emm quiero decir.. bueno, si querés hablar con ella vamos a hablar con ella.-Contestó.-Pero si después te gritan no te quejes.
Ambos entraron en la cocina, donde los demás hermanos controlaban a la pobre mujer inconsciente como si fuese una marioneta.
-Dagna o no que usted le dio el día libre al joven?-Inquirió Sandy.
Willy movió la cabeza de la mujer en un gesto de afirmación, sin que Peter lo notara.
-Ves?-Desafió Sandy.
-Está bien.-Se alegró el joven.-Gracias señorita Dagna!
Dicho esto ambos se retiraron de la cocina.
-Uff.-Susupiró Beatrice al mismo tiempo que Sandy volvía a penetrar en la habitación.-Y qué hacemos ahora con la vieja?
-Están seguros que no está muerta?-Quiso asegurarse Willy mientras pasaba la tapa de una olla en el rostro de la mujer.
-Qué haces con eso?-Se quejó Sandy.
-Lo vi en un millón de películas, si no se empaña es porque palmó.-Dijo el niño con enorme naturalidad.
-Dagna... no se si quedarme o irme, porque...-Dijo Gaspard entrando en la habitación. Advirtió el estado de la Alemana y dejó caer al suelo su maleta.-Qué sucede aquí?
Los McCartney menores se dirigieron miradas cómplices.
(...)
-Y como está?-Preguntó Sandy al cocinero, que estaba sentado en una silla del pasillo del hospital.
-Bien, solo fue un pico de presión.-Comentó el hombre.-Nada más se quedará hasta mañana por la mañana. Hagamos esto: yo voy a cuidar a tus hermanos y vos te quedas acá.
-No, no, no, a mi la sangre me da impresión.-Se excusó ella.
-Y qué tiene que ver sangre con la presión?!
-Es que... leí que si tenés un pico de presión podría salir sangre por la nariz, y si la veo me desmayo y me tendrán que internar a mi y no.-Dijo la joven inventando.-Mejor quedate vos... si?
-No, no. Yo no me quedo con la bruja.-Agregó el cocinero.
-Gaspard! Es un favor... recuerdas aquella vez que te salvé de que Dagna te pescara tomándote el licor de huevo?
-Me estas chantajeando?-Se quejó el hombre.
-No! Además, Paul va a recompensarte este favor.
-Con un aumento?-Se emocionó el hombre.
-Eeeh... si, con un aumento.-Contestó la joven.-Quedate al lado de Dagna así te hago buena propaganda.
-Está bien.-Dijo contento el ingenuo hombre.
La joven salió del hospital, satisfecha de no tener que ser ella quien se quedase ahí.
-Sandy es la mejor de los McCartney!-Susurró contento el cocinero.
Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...
Caitlin se encontraba reflexionando sentada bajo una escalera que se encontraba en la calle.
-A ver... que pasa?-Preguntó su primo que la había encontrado.
-Nada.-Contestó ella con la voz entrecortada.
-Claro, y por eso andas revoloteando por todos lados y llorando no?-Preguntó.
-No estoy llorando.-Agregó.
-Tomá limpiate.-Le ofreció su pañuelo.
-Gracias.-Lo agarró y se secó las lágrimas.
-Ah, no estabas llorando.-Dijo con sarcasmo.-Que pasa?
-Es que los escuché hablar, y tienen razón. Siempre rompo todo, tiro todo...
-No, si sos divina! Tenes actitud y cantas bien.-Dijo Ron.
-Pero siempre rompo todo.-Volvió a decir la joven.
-Escucha esto y saca tus propias conclusiones.-Dijo el joven
Comenzó a golpear una madera como si fuese una batería y cantar la misma canción que hacía un rato ensayaban.
-No canto bien.-Agregó. Caitlin rió ante el comentario.
El joven comenzó a cantar de nuevo esta vez acompañado por ella.
-Ahí va.-Dijo tocando aquella batería improvisada.
Ambos comenzaron a ponerle más sentimiento al punto de que Caitlin se subiese a la escalera que allí estaba para hacer más emocionante todo.
En ese momento el otro joven de la banda se acercó a Ron.
-Qué sucede?-Preguntó este susurrando.
-Llamó el representante... el famoso empresario no vendrá.-Anunció.
-No puede ser, siempre lo mismo. Promete y no cumple nada.-Se enojó el joven.
En el momento en el que Caitlin terminó de cantar, una joven que la observaba la aplaudió.
-Hola.-Dijo Cait bajando de la escalera.-Te gustó?
-Si, me encantó! Mi nombre es Sandy.-Se presentó.
-Soy Caitlin Flack.-Dijo a modo de saludo.
-Mucho gusto, me encantó.-Agregó la otra.
-Enserio? Hoy tocamos con la banda, podrías venir a vernos.
-Me encantaría.
-Es a la noche en...
-Caitlin.-Interrumpió su primo.-Eeh... no.
-No que?-Inquirió la joven.
-Se pudrió todo, el empresario no viene.-Dijo el otro joven.
-Callate, enserio? O no quieren en cante?
-Enserio.-Dijo serio su primo.
-No puede ser! Una vez que voy a cantar yo...
-Pero, no. Quizás yo te cambie la suerte y encuentre un lugar para que cantes.-Agregó Sandy en un tono misterioso.
-Para, tranquilizate. No te das cuenta que ya fue?-Dijo Sandy observando a su hermana menor.
-Ya fue que? No, no!-Se quejó Dagna.
-Es una forma de decir.-Se excusó la joven, aunque asumía que el viaje estaría cancelado.
-Por favor Peter y Gaspard, pueden retirarse, y llévense a los bomberos, muchas gracias.-Dijo la alemana.
Dicho esto los hombres obedecieron a la perfección y se retiraron del lugar. En la habitación solo quedaron Sandy y Samantha, a quien le dedicó una mirada.
-Con usted quiero hablar señorita.-Comenzó.-Lo que hacer arriba ser horrible, espantoso... una pesadilla! Yo no aguantar más en esta casa de locos, cuando vuelva el señor Paula yo volver a Alemania y... y...
A continuación la mujer hizo un gesto de malestar como si tuviese falta de aire, mientras intentaba hablar, pero las palabras no salían de su boca.
-Dagna!-Dijeron al mismo tiempo.
Pero no lograron atraparla y la mujer cayó desmayada, Sandy le dedicó una mirada asesina a su hermana.
Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...
La banda sonaba mejor que antes, sin dudas, pero Caitlin corría en el escenario de un lado para el otro, bailando y haciendo cosas extrañas.
-Hey calmate, vas a romper todo.-Dijo la joven de cabello oscuro una vez que el ensayo fue interrumpido.
-Perdón, no fue intencionalmente.-Se justificó Cait.
-Hagamos una cosa, mejor sal afuera a tomar un poco de aire, para dar una vuelta nada más.-Dijo Ron.
La joven se fue algo enojada del lugar.
-No es nada!-Agregó él.-Por qué tanta mala onda? Si no hizo nada.
-Es hiperactiva, casi rompe todo.-Contestó la joven rubia.-Se enredó en los cables de los equipos!
-Caitlin es muy torpe, y es así en el escenario... con que cara miramos al empresario?-Agregó la otra.
Caitlin aún seguía allí, y escuchó aquello, por lo que decidió irse de una vez.
Mientras tanto en la residencia McCartney...
-Dagna reaccioná por favor... Dagna!-Decía Sandy mientras intentaban sentarla inconsciente en una silla.
-Se habrá muerto?-Preguntó Samantha exagerando.
-No digas estupideces, intentá que no se caiga mientras llamo a un médico.
-Qué? No!-Dijo la joven.
-Por qué?
-Si Paul se entera que a Dagna le agarró un ataque por mi culpa me cuelga en la plaza principal!
-Y entonces que hacemos? La enterramos viva en el sótano?
-No te hagas la chistosa y ayudame a pensar algo.-Se quejó la otra.
-Qué le pasó a Dagna?-Preguntó atónita Beatrice entrando en la habitación.
-La mataron?-Inquirió Willy que venía tras ella.
-Basta, cállense. Solo está desmayada.-Dijo Sandy nerviosa.
-Bueno, pará. Este.. como se llama? Peter quiere saber si vamos a ir al campo.-Anunció Beatrice.-Y yo solo quería preguntarle a Dagna.
Sandy no dijo una palabra y salió de la habitación, en busca del conductor del auto familiar, Peter.
-Se suspendió el viaje al campo y Dagna te dio el día libre.-Dijo esta cuando lo encontró.
El joven solo se quedó observándola.
-Qué me miras así?
-Me parece raro que Dagna me haya dado el día libre.-Sospechó él.-Tengo que hablar con ella, sino no puedo.
-No! Emm quiero decir.. bueno, si querés hablar con ella vamos a hablar con ella.-Contestó.-Pero si después te gritan no te quejes.
Ambos entraron en la cocina, donde los demás hermanos controlaban a la pobre mujer inconsciente como si fuese una marioneta.
-Dagna o no que usted le dio el día libre al joven?-Inquirió Sandy.
Willy movió la cabeza de la mujer en un gesto de afirmación, sin que Peter lo notara.
-Ves?-Desafió Sandy.
-Está bien.-Se alegró el joven.-Gracias señorita Dagna!
Dicho esto ambos se retiraron de la cocina.
-Uff.-Susupiró Beatrice al mismo tiempo que Sandy volvía a penetrar en la habitación.-Y qué hacemos ahora con la vieja?
-Están seguros que no está muerta?-Quiso asegurarse Willy mientras pasaba la tapa de una olla en el rostro de la mujer.
-Qué haces con eso?-Se quejó Sandy.
-Lo vi en un millón de películas, si no se empaña es porque palmó.-Dijo el niño con enorme naturalidad.
-Dagna... no se si quedarme o irme, porque...-Dijo Gaspard entrando en la habitación. Advirtió el estado de la Alemana y dejó caer al suelo su maleta.-Qué sucede aquí?
Los McCartney menores se dirigieron miradas cómplices.
(...)
-Y como está?-Preguntó Sandy al cocinero, que estaba sentado en una silla del pasillo del hospital.
-Bien, solo fue un pico de presión.-Comentó el hombre.-Nada más se quedará hasta mañana por la mañana. Hagamos esto: yo voy a cuidar a tus hermanos y vos te quedas acá.
-No, no, no, a mi la sangre me da impresión.-Se excusó ella.
-Y qué tiene que ver sangre con la presión?!
-Es que... leí que si tenés un pico de presión podría salir sangre por la nariz, y si la veo me desmayo y me tendrán que internar a mi y no.-Dijo la joven inventando.-Mejor quedate vos... si?
-No, no. Yo no me quedo con la bruja.-Agregó el cocinero.
-Gaspard! Es un favor... recuerdas aquella vez que te salvé de que Dagna te pescara tomándote el licor de huevo?
-Me estas chantajeando?-Se quejó el hombre.
-No! Además, Paul va a recompensarte este favor.
-Con un aumento?-Se emocionó el hombre.
-Eeeh... si, con un aumento.-Contestó la joven.-Quedate al lado de Dagna así te hago buena propaganda.
-Está bien.-Dijo contento el ingenuo hombre.
La joven salió del hospital, satisfecha de no tener que ser ella quien se quedase ahí.
-Sandy es la mejor de los McCartney!-Susurró contento el cocinero.
Mientras tanto en los barrios bajos de Londres...
Caitlin se encontraba reflexionando sentada bajo una escalera que se encontraba en la calle.
-A ver... que pasa?-Preguntó su primo que la había encontrado.
-Nada.-Contestó ella con la voz entrecortada.
-Claro, y por eso andas revoloteando por todos lados y llorando no?-Preguntó.
-No estoy llorando.-Agregó.
-Tomá limpiate.-Le ofreció su pañuelo.
-Gracias.-Lo agarró y se secó las lágrimas.
-Ah, no estabas llorando.-Dijo con sarcasmo.-Que pasa?
-Es que los escuché hablar, y tienen razón. Siempre rompo todo, tiro todo...
-No, si sos divina! Tenes actitud y cantas bien.-Dijo Ron.
-Pero siempre rompo todo.-Volvió a decir la joven.
-Escucha esto y saca tus propias conclusiones.-Dijo el joven
Comenzó a golpear una madera como si fuese una batería y cantar la misma canción que hacía un rato ensayaban.
-No canto bien.-Agregó. Caitlin rió ante el comentario.
El joven comenzó a cantar de nuevo esta vez acompañado por ella.
-Ahí va.-Dijo tocando aquella batería improvisada.
Ambos comenzaron a ponerle más sentimiento al punto de que Caitlin se subiese a la escalera que allí estaba para hacer más emocionante todo.
En ese momento el otro joven de la banda se acercó a Ron.
-Qué sucede?-Preguntó este susurrando.
-Llamó el representante... el famoso empresario no vendrá.-Anunció.
-No puede ser, siempre lo mismo. Promete y no cumple nada.-Se enojó el joven.
En el momento en el que Caitlin terminó de cantar, una joven que la observaba la aplaudió.
-Hola.-Dijo Cait bajando de la escalera.-Te gustó?
-Si, me encantó! Mi nombre es Sandy.-Se presentó.
-Soy Caitlin Flack.-Dijo a modo de saludo.
-Mucho gusto, me encantó.-Agregó la otra.
-Enserio? Hoy tocamos con la banda, podrías venir a vernos.
-Me encantaría.
-Es a la noche en...
-Caitlin.-Interrumpió su primo.-Eeh... no.
-No que?-Inquirió la joven.
-Se pudrió todo, el empresario no viene.-Dijo el otro joven.
-Callate, enserio? O no quieren en cante?
-Enserio.-Dijo serio su primo.
-No puede ser! Una vez que voy a cantar yo...
-Pero, no. Quizás yo te cambie la suerte y encuentre un lugar para que cantes.-Agregó Sandy en un tono misterioso.